A pesar de que el uso de las tijeras es una actividad manual de gran importancia porque nos prepara para la escritura, se suele infravalorar. Por eso hoy quiero darle valor y explicarte cómo es el aprendizaje de su uso y cómo fomentarlo.El uso de tijeras requiere desarrollar la destreza manual, desarrolla la motricidad fina, requiere de la coordinación ojo-mano, secuencialidad, fuerza y atención, además de la coordinación bilateral ( esto quiere decir, la capacidad de mover los dos lados del cuerpo, las dos manos, o los dos pies, por ejemplo, de forma coordinada).
Se suele cometer el error de ofrecer las tijeras al niño de forma directa y con tareas de una cierta complejidad, es decir, esperando que corten por una línea o una forma determinada por el simple hecho de que ya tenga 3 o 4 años, pero si el niño o la niña no ha pasado previamente por las etapas de aprendizaje y desarrollo correspondientes, no sólo le resultará frustrante esta tarea a nivel personal, sino que como adultos le presionaremos o intentaremos que consiga dicho aprendizaje de forma inmediata a base de hacérselo repetir. Sin embargo, hemos de saber que para que el niño sepa cortar con tijeras de forma precisa y diferentes materiales, previamente deberá pasar por la adquisición de diversas capacidades y destrezas desde los 18 meses aproximadamente.
De ahí la importancia de conocer el proceso de este aprendizaje y ofrecer así al niño las propuestas de juego adecuadas para que experimente y descubra sus propias habilidades motrices paso a paso. Si has tenido o tienes niños pequeños, estoy segura que alguna de las etapas que vamos a mencionar te sonarán sin duda, pues todas ellas son necesarias y requieren, como en todo el desarrollo del niño, que le demos su tiempo para conquistarlas de forma libre y autónoma, sin prisas y a través del juego.
- Etapa de exploración, manipulación y familiarización con el objeto.
A partir de los 18 meses, si se le ofrecen al niño tijeras de bebé (es decir más pequeñas que las habituales, con el mango mucho más ancho y redondeado, y las hojas de corte más cortas, redondas y de plástico) veremos que ya podrá sostenerlas, explorarlas y manipularlas a su antojo. En primer lugar intentará abrirlas con ambas manos y a partir de ahí irá explorando cómo poner los dedos dentro de los agujeros. Es una etapa puramente de explorar y conocer el nuevo objeto.
- Sujeción y concepto de abrir-cerrar.
A partir de los 20 meses aproximadamente y hasta cerca de los dos años, el niño o la niña ya sabrá que este objeto sirve para cortar. Si se lo ofrecemos por ejemplo con alguna masa o con plastilina, podrá cortar trozos empleando ambas manos. Poco a poco y dependiendo de la fuerza de su mano y su coordinación, podrá ir sujetándola con una sola mano. Inicialmente suelen usar los dedos índice y corazón, pero la forma correcta es con el pulgar en el agujero de arriba. Por tanto tratará de coordinar y sujetar este agarre, al mismo tiempo que comprende el concepto abrir y cerrar para que se produzca el corte. Lo ideal en esta etapa es jugar con ellas cuando tenemos alguna masa moldeable o plastilina blanda con la que pueda explorar el corte.
- Primeros cortes en papel.
En torno a los 2 años, aunque siempre depende del niño, no hay edades exactas, conseguirá realizar los primeros cortes al papel. En esta etapa, siempre con la supervisión del adulto, podremos ofrecerle tijeras de infantil, es decir, con las hojas de corte de metal, pero con las puntas siempre redondeadas. En este caso, la sujeción de la tijera ya es con una mano y los cortes que realizará serán pequeños, no será cortes rectos y no moverán la mano hacia delante. De modo que irá cortando pequeños cortes al papel en horizontal, es decir cortes paralelos. Además en esta etapa realizará el movimiento de abrir y cerrar con la mano entera. Lo recomendable aquí es dejarle trozos de papel no excesivamente grandes ni finos ya que no es estable y tendrá que perder esfuerzos en controlar el papel. Podemos usar trozos de cartulinas.
Entre los 2 y los 3 años, el niño pasará de pequeños cortes paralelos, a cortar más amplio y llevando la mano hacia adelante, es decir cortando a través del papel. Es importante que el papel siga siendo ligeramente grueso (tipo cartulina o rollo de papel higiénico) para que sea estable, y a medida vaya controlando el corte, le podremos ofrecer trozos de papel más grande.
- Estabilidad del antebrazo.
El antebrazo es una parte del cuerpo a la que no se le da importancia en el caso del uso de tijeras ni en la escritura, pero tiene un papel importante. Si no logramos mantenerlo estable junto con la muñeca, el corte no es efectivo, al igual que en la escritura, el trazo se verá afectado si no hemos aprendido a mantenerlo estable. Es decir, con las tijeras, visualizar el dedo pulgar arriba, es decir entre que la palma de la mano esté mirando hacia el suelo o hacia arriba, la mano se mantiene como a 90 grados respecto al papel, lo que requiere controlar la estabilidad del antebrazo. Esta etapa requerirá este dominio, y entre los 3 y 3 años y medio el niño ya realizará cortes más o menos rectos y podrá empezar a manipular la dirección de la tijera para cortar otras formas. Según su dominio, podremos ir introduciendo un papel más fino como el folio.
A partir de los 3 años y medio, el niño empieza a poder cortar líneas curvas, así como en lugar de abrir entera la tijera, podrá abrirla solamente hasta la mitad, esto le hará realizar cortes más suaves, finos y controlados. Será cada vez más consciente de su control y a medida que vaya avanzando podrá cortar formas simples, así como otras texturas de papel u otros materiales.
Para los 4 años el niño o la niña controlan el corte, la fuerza y pueden empezar a recortar figuras y formas más complejas.
Conociendo estas fases por las que pasa un niño o niña que aprende el uso de las tijeras, podremos no solo identificar la adquisición de habilidades previas, sino respetar su ritmo y adecuar las propuestas y juegos a su fase de desarrollo y aprendizaje. Así como dar valor a las actividades manuales como las tijeras, ya que como hemos dicho al comienzo, nos preparan para la posterior adquisición de la escritura. De hecho, en todos los casos que hay problemas con el agarre del lápiz, con el trazo, etc. son casos en los que dichas habilidades y destrezas manuales, como son también el uso de la pinza, no están interiorizadas y adquiridas. Así que no lo pases por alto y vamos a recortar con nuestros niños y niñas.
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